...y hoy es uno de esos días que dudas de ti mismo y te planteas tirar la toalla, quiero decirte algo
Antes de empezar, te aviso: no vamos a dar un paseo por nubes de colores, ni voy a intentar motivarte con frases llamativas que no resuelven nada.
Vamos a tratar el asunto con la seriedad que se merece. Así que prepárate para mirar a la realidad a los ojos y de frente. Con crudeza.
Con la misma crudeza que ella te ha pegado un bofetón a mano abierta.
Menudo contraste respecto a lo que tú esperabas, ¿eh?
A ver, nadie puede negar que la promesa era bonita: vivir de escribir.
Parecía tan fácil…
Y con el inmenso mercado que tenemos ahí fuera, lleno de negocios, empresas y emprendedores que necesitan del copywriting para atraer clientes y vender, ¿por qué te está costando tanto vivir de esta profesión?
¿Será que eres tonto?
¿Que no vales para esto?
¿O es que hay tanta competencia que el mercado se ha saturado de copywriters y ya no queda pastel que repartir?
Las dudas revolotean por tu cabeza. Y hay días, como hoy, en los que las dudas te atormentan.
Claro, te asomas a las redes y ¿qué ves? Éxito. Sonrisas. Felicidad.
Joder, a todos parece irles bien… menos a ti.
¿Eres, acaso, el copy más inútil de internet?
¡Y una leche! Nada de eso, amigo. La explicación está en otro lugar
Veamos…
Que hay competencia no lo vamos a negar.
Cada año salen nuevas hordas de recién estrenados copywriters, cargados de ilusión, dispuestos a comerse el mercado.
Posiblemente, de una de esas oleadas saliste tú.
Yo no, sin embargo. Porque cuando yo empecé en el copy, el contexto era diferente.
Corría el año… No sé, 2017 o así. O sea, hace ya.
Entonces, el copywriting comenzaba a conocerse en el mundo hispanohablante. Y el sector del marketing y del emprendimiento online empezó a valorarlo.
Pero había… No sé cuántos exactamente, pero vamos, muy pocos copys para la creciente demanda que existía.
Sin salir del mundo del marketing online, apenas hacía falta hacer promoción para tener la agenda llena de clientes.
Y fuera de este sector, era casi imposible no encontrar proyectos en los que trabajar con casi un simple chasquido de dedos.
Lo sé porque lo viví.
Lo fácil era desbordarse y tener problemas “de ricos” (que suelen ser mejores que los de pobre).
Con el tiempo, el panorama cambió
Y cambió por varias causas.
Por un lado, la competencia creció exponencialmente.
Claro, no es lo mismo competir contra 7 personas que hacerte un hueco frente a… ¿cuántos copys que ofrecen lo mismo que tú?
Por otro lado, el mercado maduró y se comenzó a sofisticar; es decir, la era de los titulares brilli-brilli, de las promesas cargadas de exageración y de los efectos especiales, inició su decadencia (por suerte).
La gente (los usuarios, los consumidores, llámalos como quieras) empezó a desarrollar un mayor nivel de desconfianza, de recelo, de escepticismo frente a las ofertas que veían en la red.
Y esto nos obligó a todos (copys y no copys) a sofisticar también nuestro mensaje, es decir, nuestra forma de comunicar.
Ahora, se abre paso un copy más sutil, más auténtico y menos efectista.
Eso parece una buena noticia, porque la demanda no ha descendido, todo lo contrario: ahora hay más negocios que saben que necesitan copywriting (por no hablar de la cantidad que aún están por llegar y enterarse).
Como te decía, esto parece una buena noticia; y lo sería si no fuera por un factor que aún no hemos introducido en la ecuación: la diferenciación.
Venga. Vamos a hacer un ejercicio rápido para que lo veas cristalino.
Haz memoria y piensa en los textos de algunos de los muchos copywriters que existen. Y piensa, de forma paralela, en tu propia web, por ejemplo.
Y ahora dime: ¿en qué se diferencian?
La mayoría en solo una cosa: los colores de marca y el logotipo.
Pero ¿tienen personalidad? ¿Tienen carácter propio?
Qué va.
Es más: tu propio copy, posiblemente, podamos meterlo en el saco del montón. Que no es malo, ojo. Pero brillante, tampoco. Es… eso, del montón.
Y si eres del montón, adiós diferenciación
Mismos enfoques.
Mismas estructuras.
Mismas frases.
Mismo… todo.
No, no te estoy culpando. Ya te avisé de que aquí miraríamos a la realidad de frente. Eso es lo que estamos haciendo; ni más, ni menos.
Seguimos.
Lo que ha pasado es que confiaste en que una formación de copywriting era suficiente para crear textos persuasivos capaces de derretir las defensas de la mente de cualquier persona.
Creíste que un puñado de fórmulas eran suficiente para penetrar en el órgano más complejo del universo conocido: el cerebro.
¿Quizá subestimaste la psicología humana?
No lo sé. De lo que sí estoy segura es de que unas cuantas fórmulas en forma de siglas dejan incompleta tu caja de herramientas.
Te has quedado en la superficie y te cuesta profundizar, como es lógico y normal.
Y si hablamos de crear textos para ti… ¡Buf! Eso es digno de estudio, ¿eh?
Es como si de repente no supieras nada ni tuvieras nada que decir. Mente en blanco. Es curioso, pero pasa.
Todo esto tiene que ver directamente con tu habilidad para la redacción persuasiva. Luego volveremos sobre ello; por ahora, lo aparcamos.
Bien.
Estábamos con los factores por los que ahora te está costando sacar adelante tu negocio.
Ya hemos hablado de la competencia, de la escasa diferenciación y de la sofisticación del mercado.
Pero nos falta un componente más. ¿Imaginas cuál es?
Te lo digo:
La estrategia
O la ausencia de ella.
Vale.
Ya tienes tu formación en copywriting y conoces los fundamentos de la profesión, así que ¡está todo listo para salir a comerte el mundo!
Sin embargo, el tiempo pasa y lo único que te comes es la cuota de autónomos cada mes y cuatro clientes pelaos salpicados que has conseguido no sin antes bajar las tarifas hasta el inframundo con tal de que no te digan que no.
Llegas a sentir pánico a que te rechacen un presupuesto.
Y ese miedo (que es normal que lo sientas) genera una espiral: bajas más las tarifas para evitar que te digan “no, gracias”. Pero si te aceptan el presupuesto, no es mucho mejor, porque sabes que ese trabajo de rentable tiene lo justo y menos.
Lo mismo ni siquiera te motiva el proyecto. O no sientes feeling con el cliente.
Da igual, porque te ves en la obligación de coger al vuelo lo que te caiga en las manos y retenerlo como sea y a costa de lo que sea o no saldrás de la quiebra técnica.
Quizá eres de los “afortunados” que han caído en manos de una agencia de estas que ofrecen unas tarifas tan suculentas que cuando te paras a analizar la rentabilidad por hora de tu trabajo te dan ganas de llorar porque apenas te sale a 5€.
Conozco copys que ni siquiera tienen lista de precios. Y otros que han llegado a permitir que sean los clientes quienes elijan cuánto pagar por sus servicios (es decir, que han cobrado “la voluntad”, como si estuvieran en la puerta de la parroquia).
También los hay que llevan meses más secos que la mojama.
¿Es que acaso eres un imán para los clientes tóxicos?
¿Tienes el don de espantar a los buenos clientes?
¿¡Dónde carajo está el problema!?
En tu inexistente estrategia de negocio.
A ver.
Es que la palabra emprender es muy bonita. Pero detrás de ella se esconde una realidad: vas a ser autónomo.
Y eso significa que vas a tener que levantar un negocio, mantenerlo, promocionarlo, encontrar clientes, gestionarlos… Un montón de cosas para las que nadie te ha preparado, porque nadie nace siendo empresario.
Vale. Recapitulamos. Hemos puesto sobre la mesa:
- Mucha competencia
- Escasa diferenciación
- Carencias en la habilidad
- Ausencia de estrategia
Con este cóctel, cuando te quieres dar cuenta, te encuentras en el más absoluto desamparo
Que es como estás ahora y por lo que hay días que te planteas buscar un curro y dejar de luchar por lo que un día para ti fue un sueño, pero que se está convirtiendo en poco menos que en una pesadilla.
Y por si fuera poco, ahora salta al ruedo la Inteligencia Artificial y ChatGPT para avivar tu angustia y tu sensación de incertidumbre.
Espera.
¿Y si hubiera una luz al final del túnel?
La hay.
Se llama…
SOS Copy
Una mentoría para sacarte del fango y ayudarte a vivir del copywriting de forma digna con un negocio asentado sobre tus propios términos
Un momento.
Lee el título de nuevo.
¿Te prometo cargarte de clientes en 4 días? No.
¿Hacerte millonario en 3 meses? Tampoco.
¿Crear un negocio rentable sin despeinarte? Otra vez, no.
Te prometo que te voy a ayudar a que logres vivir de esta profesión de forma digna.
Lo que consigas a partir de ahí, será exclusivamente mérito tuyo.
¿Que facturas millones? Pues, oye, mejor para ti.
Digo esto porque no me gusta jugar con las expectativas ni las ilusiones de nadie, como no me gusta que jueguen con las mías. Así que vamos a seguir mirando a la realidad a los ojos y con los pies en la tierra, ¿de acuerdo?
También te prometo:
Como imaginarás, mi implicación tiene un precio.
Y esto, además de significar que la mentoría no es gratis (pero tranquilo: no tengo intención de coleccionar riñones), quiere decir que sin tu implicación directa, yo no puedo hacer nada por ti.
Los milagros se los dejamos a Lourdes. Aquí vas a tener que currar. Si tú no pones de tu parte, los avances no van a llegar. Es obvio, ¿no?
Dicho esto, ¿quieres saber en qué consiste SOS Copy?
Mira, si tuviéramos un puerto USB en la cabeza, me conectaría un pendrive y te pasaría todo lo que sé.
Por fortuna (por ahora) lo de tener cables y chips en el cerebro es ciencia ficción. Sin embargo, esa es la filosofía desde la que se desarrolla SOS Copy.
Es decir, comparto contigo todo lo que sé y he vivido en todos estos años al frente de mi negocio como copywriter.
He trabajado con clientes grandes, con referentes en sus sectores, con negocios medianos y pequeños.
He trabajado con proyectos de todo tipo de temáticas. Bueno, de casi todas (mundo erótico, no, por ejemplo. Y tampoco con aquellos que para mí son líneas rojas).
He escrito todo tipo de textos, participado en lanzamientos, hecho campañas con estrategias sencillas, complejas y desconocidas por mí hasta ese momento.
He ayudado, con mis copys, a ganar cientos de miles de euros a muchos clientes.
Esta profesión, que lleva dándome de comer desde hace unos 7 años, me ha dado grandes alegrías.
Pero ¿sabes qué?
También conozco las sombras y los rincones oscuros.
He acariciado el éxito y no lo supe gestionar.
He paralizado mi crecimiento por mis inseguridades.
He lidiado con clientes difíciles.
Me han toreado.
He dejado que desde fuera se adueñaran de mi agenda y en lugar de tener clientes he tenido varios jefes.
He tenido delante a posibles clientes y, por no saber venderme, los he perdido.
He dejado mil ideas a medias.
Me he decepcionado.
He tenido miedo.
He vivido con angustia.
He llorado.
Me he sentido incapaz, me he comparado, he sufrido el síndrome del impostor y no he creído en mí.
La he cagado infinidad de veces.
En definitiva: llevo mucho tiempo moviéndome en el terreno del copywriting, conozco el tablero y sus normas de juego.
Así que apostaría una mano (la apuesta es alta, que soy copy) a que cualquier situación que estés viviendo tú o te esté esperando a la vuelta de la esquina, yo ya la he experimentado en primera persona.
No soy una mentora de negocios. Soy mentora de copys, porque tu mundo ha sido y sigue siendo también el mío.
Me dejo de rollos y te cuento los detalles de SOS Copy
Esto no es un curso al uso.
No hay ningún vídeo grabado.
No hay lecciones ni módulos.
No hay hojas de trabajo.
En su lugar, hay otras cosas:
La mentoría dura 2 meses
Y se desarrolla en clases individuales (tú y yo cara a cara) en directo, semanales y en Zoom.
Nos vemos un día a la semana en sesiones de una hora y media.
Las clases se graban, por supuesto, para que puedas revisarlas si quieres.
Dos meses de trabajo intensivo (pero sin ir con la lengua fuera, no te preocupes que esto no va de hacerte sufrir) es suficiente para ponerte en ruta y en el carril de aceleración para meterte en la autopista con una estrategia clara, con un negocio bien cimentado y sabiendo qué tienes que hacer.
La mentoría es práctica y aprovechamos mucho el tiempo
Ya te lo he dicho: no hay vídeos ni PDFs ni gaitas. Solo tú y yo pensando, analizando, decidiendo y construyendo.
En cuestión de horas vas a avanzar más que en los últimos 8 meses. Ya lo verás.
Abordaremos tu negocio, la estrategia y refinaremos tu forma de escribir.
Y también aprenderás cómo convertir la IA en tu aliada para que dejes de mirarla con recelo y como una amenaza (no lo es, respira).
La mentoría es individual y personalizada
No es una formación en la que tú, como alumno, te adaptas a un índice de contenidos estanco.
Es una mentoría que se adapta a las necesidades, objetivos y punto de partida de cada persona.
O sea: que el método de aprendizaje se adapta a ti, más allá de los contenidos y acciones que llevemos a cabo.
Con todo esto, como imaginarás, para conseguir los resultados que quiero proporcionar a quien pasa por esta mentoría, el planteamiento debe ser 1 a 1.
Y hay más.
No sé qué opinarás al respecto, pero esta mentoría es como Las Vegas: lo que aquí se habla, entre nosotros se queda.
Ahora mismo puede que te parezca algo insustancial, pero te aseguro que no lo es.
Trabajamos también el copy: leemos, analizamos y extraemos conclusiones
Así, sobre la práctica de tus propios textos, tomas conciencia del estado real del copy y comprendes cómo, dónde y por qué hay que meterle mano para mejorar su rendimiento.
Aprendes e interiorizas casi sin darte cuenta lo que necesitas sobre copywriting, psicología lingüística, motivadores profundos de compra, persuasión, storytelling, narrativa de ventas, estructuras, sutileza de venta, estilo, figuras retóricas (hay vida más allá de la metáfora), identidad verbal, ritmo, tono y melodía de un texto…
Es decir: tú escribes, yo destripo tus textos y juntos analizamos:
- Qué aciertos hay.
- Dónde te has quedado flojo.
- Qué hay que cambiar porque es paja y no dice nada.
- Dónde has caído en la imprecisión y falta concretar.
- Cómo evitar quedarte en la superficie y llegar a tocar los puntos de dolor profundos que le duelen al cliente.
- Cómo empezar el texto para que retenga la atención.
- Cómo conectar las ideas de forma natural (sin caer en los típicos enlaces previsibles).
- Cómo cerrar el texto para generar el clic.
- Qué ángulo no has explorado y es un filón.
- Cómo añadir creatividad y originalidad.
- Cómo dotar de voz y personalidad al texto.
Te haces una idea, ¿no?
Al hacerlo así, de forma inmediata empiezas a darle una vuelta de tuerca a tu forma de plantear y afrontar la escritura.
Soporte: y de sesión a sesión ¿qué pasa?
Que seguimos en contacto, por WhatsApp que es más dinámico, rápido y directo que el email.
Si trabajas en un nuevo texto y te surge alguna dificultad, me mandas un mensaje o un audio y tratamos de resolverlo sin esperar a la semana siguiente.
Si tienes algún problema o dificultad con algo relacionado con la puesta en marcha de la estrategia, con alguna situación con un cliente que no sabes cómo gestionar, o lo que sea que te pase, me avisas y te respondo por WhatsApp.
Es decir, además de las sesiones semanales, el acompañamiento llega hasta donde necesites.
Hombre, si te da una locura transitoria y me envías 43 audios, necesitaré cierto tiempo para darte respuesta a todo… Es normal. Aunque sinceramente, no creo que esto ocurra.
¿Qué te parece si hacemos simulacros de sesiones de venta?
En la mentoría también dedicaremos tiempo a ello.
Es muy divertido. Yo hago de cliente y tú haces de ti. Y me tienes que vender a mí. Unas veces seré un cliente sencillo, otras un hueso duro, otras alguien muy tímido…
Entrenaremos situaciones y escenarios diferentes para que cuando tengas delante a un posible cliente real, tengas claro cómo guiar la conversación para no perder las riendas y, sobre todo, qué errores no cometer.
Además, vamos a fortalecer tu mentalidad
La mentalidad también la trabajamos en la mentoría. Pero no en plan “supera tus creencias limitantes e impacta en el universo”.
No somos meteoritos.
Somos personas, así que bajemos a la tierra.
El caso es que sí: durante el proceso de creación de un texto, ante un determinado proyecto, durante la creación de la estrategia o en cualquier situación relacionada con tu negocio, van a surgir miedecillos, bloqueos y dudas. Y van a aflorar creencias que tienes arraigadas y que hay que transformar.
A todos nos ha pasado, así que veremos cómo afrontarlo para soltar lastres y no dejarte arrastrar por las malas jugadas de la mente.
La mentalidad en realidad no se trata en una sesión y adiós muy buenas. Es algo transversal que irá saliendo a medida que avanzamos.
(¿A que ahora lo de la confidencialidad no te parece tan irrelevante?).
¿Algo más? Venga, va, lo último
Si has leído hasta aquí, te habrás dado cuenta de que mi implicación con los alumnos de SOS Copy es grande.
Y con la implicación ocurre como con el dicho: “quien mucho abarca, poco aprieta”.
Sinceramente: quiero apretar. Implicarme y apretar.
Por eso, el número de plazas es muy limitado. Y no, esto no lo digo para colar y activar el gatillo de escasez. Para ayudar en condiciones, ni puedo ni debo trabajar con un porrón de gente de forma simultánea.
No es escasez; es pura lógica.
Así que si lo que has leído hasta aquí te ha llamado la atención y ya te estás imaginando cómo será aprender divirtiéndote y se te ha despertado una revoltosa ilusión que hacía tiempo que sentías dormida, yo diría que ha llegado el momento de indicarte el siguiente paso.
Conocernos, ver si la cosa fluye y darte claridad
A ver.
Vamos a tener un contacto estrecho durante 8 semanas.
Entre las sesiones y el WhatsApp pasaremos bastante tiempo juntos.
Así que no me parece descabellado que antes de empezar nos conozcamos, hablemos y comprobemos que estamos a gusto el uno con el otro y el otro con el uno.
Por eso, primer paso: quedamos.
Segundo paso: nos vemos en Zoom y nos conocemos. Y aprovechamos para darte claridad. No, no voy a llevarte a una sesión de venta al uso.
Te propongo quedar para algo muchísimo mejor: despejar cuestiones que ahora mismo ni te planteas y que son básicas para tu negocio.
Conmigo el tiempo lo vas aprovechar a base de bien, incluso antes de empezar en la mentoría.
Ese rato en Zoom, te va a resultar muy útil.
A partir de ahí, tú decidirás si continuar por tu cuenta (pero teniendo cierta claridad) o prefieres que me suba contigo a tu barco.
¿Quieres que te acompañe? Perfecto.
Tercer paso: te cuento detalles de la mentoría que aquí no están explícitamente contados y me preguntas dudas (si las tienes).
Si todo lo que hablemos te cuadra, nos damos la mano virtualmente y empezamos.
Y así damos el pistoletazo de salida a los meses en los que vamos a pulir tu habilidad con la redacción persuasiva mientras revitalizamos tu negocio de copywriting para que vivas de ello y dejes de luchar por la mera supervivencia.
¿Dónde me encuentras para quedar y hablar?
Muy fácil.
Te acabas de zampar 3375 palabras. Seguimos en Zoom cuando me escribas.
Un abrazo,
Nuria